sábado, 27 de noviembre de 2010

El tren

Me hablaba de su tren
de como había estado parado.
Ella esperando y mirando
como yo subía y bajaba sin preguntar

Me creía la dueña de él,
que ese era mi tren
donde haría el viaje de mi vida
Y no veía el problema
de hacer alguna parada por el camino.

No se en que momento se fue,
pero tengo claro el motivo.
No hay corazón que aguante
una inseguridad continua.

Corrí detrás de el como nunca habría imaginado,
no me arrepiento pero creía que era valiente
y no me daba cuenta que únicamente era cobardía.
Era mas fácil correr pensando que conseguiría alcanzarlo,
que aceptar la realidad de que no volvería.

Me pare cuando tenía el corazón asfixiado,
cuando ella me obligo con su indiferencia.
Ahora solo quiero perdonarme perder aquel tren
y no tener miedo de parar el mío en otra estación.